En Guanacaste, 6.600 familias han sido atendidas por Puente al Desarrollo desde su implementación en marzo del 2015.

“Participar en Puente al Desarrollo cambió mi vida y la de mi familia. Nos permitió alcanzar nuestro sueño de tener un taller de soldadura y un trabajo independiente para mi esposo a través de una idea productiva”, relató doña Gladys Fonseca Mayorga, egresada de Puente al Desarrollo su paso por la estrategia.

Y agregó: “También, Puente permitió a mis tres hijos continuar estudiando y a mí me dio la oportunidad de estudiar diseño de moda. Además, ahora todos tenemos acceso al seguro social”.

Doña Gladys representa una de las 6.600 familias atendidas por Puente al Desarrollo desde su implementación en marzo del 2015, en Guanacaste.

Esta Estrategia Nacional para la Reducción incluyó a partir de mayo anterior a 3.254 familias de la región Chorotega, las cuales fueron asignadas a cogestores, que se encargan ahora de garantizarles protección social, el desarrollo de capacidades, un vínculo con el empleo y la tecnología, entre otros.

Este domingo, como parte de la gira del Gobierno de la República a la región Chorotega, tres de esas familias expusieron al Presidente, Carlos Alvarado, y a la Ministra de Desarrollo Humano e Inclusión Social y Presidenta Ejecutiva del IMAS, María Fullmen Salazar, cómo la estrategia les ha ayudado a surgir.

La actividad, que se desarrolló en la escuela San Ambrosio de Nicoya, contó con la participación del vicepresidente Marvin Rodríguez, de los ministros de Ciencia y Tecnología, Luis Adrián Salazar, de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, y de Trabajo, Steven Núñez, así como de representantes del gobierno local.

Emocionado, el Presidente Alvarado manifestó: “Continuaremos avanzando en la atención de las familias en pobreza extrema. Puente al Desarrollo ha demostrado que es posible dar las herramientas para que las familias mejoren su situación de vida”, dijo, en referencia a la estrategia que él impulso en la administración anterior cuando fue ministro del IMAS.

Estas familias se concentran en 8 distritos prioritarios: Bagaces, Cañas, Sardinal, La Cruz, Santa Cecilia, Liberia, Nicoya, Santa Cruz.

Puente al Desarrollo vino a innovar el modelo de atención que se ha utilizado en los últimos años, llegando a las familias a través de la figura del cogestor social, quien se convirtió en puente entre las necesidades de las familias y la oferta institucional.

Cada uno de estos profesionales da seguimiento a más de 100 familias, crean planes familiares a la medida y le dan seguimiento al progreso. A cambio, las familias deben asumir el compromiso de desarrollar sus capacidades para poder permanecer en el mismo.

La Estrategia ha logrado articular esfuerzos con 18 instituciones para atender la pobreza extrema, lo que implicó una ruptura en el paradigma de atención de la pobreza, pues se logró incorporar a todo el sector social, garantizando proyección social y capacitación a las familias, lo que demuestra a su vez un esfuerzo real de articulación.

Acciones para la inclusión social

Con el fin de avanzar en la reducción de la brecha digital, en la actividad se entregaron 130 computadoras como parte del programa Hogares Conectados, el cual busca facilitar las mismas oportunidades a las familias en situación de pobreza para que tengan acceso a una computadora y puedan utilizar Internet de manera segura, responsable y productiva, para buscar información clave e importante, para el estudio, para el trabajo y para la vida diaria.

A la fecha en la provincia de Guanacaste el programa llega ya a 8.841 familias ubicadas en los once cantones, la mayoría residen en Liberia, Cañas y Santa Cruz.

Otras tres personas también recibieron el apoyo de FideIMAS, con créditos con tasas de interés favorables por un monto de ¢2,5 millones, para emprendimientos relacionados a hidroponía, ebanistería y artesanía.

La inversión de FideIMAS en Guanacaste durante el primer semestre del 2018 es de ¢48.400.000.00

A la actividad en la escuela San Ambrosio de Nicoya también asistieron nueve organizaciones, sujetas de donación por parte del IMAS, los bienes materiales tienen un valor promedio entre uno y cuatro millones de colones, entre los que destacan vehículos y

repuestos, paneles modulares, refrigeradoras, vitrinas de enfriamiento, muebles y artículos variados.

A través de la venta de los bienes materiales otorgados por el IMAS, dichas organizaciones pueden mejorar las condiciones de infraestructura, de acceso y materiales para la población que atienden. Entre los proyectos a desarrollar se encuentran: el mantenimiento de 13.500 metros de tubería del acueducto y alcantarillado sanitario de Cangrejal de Sámara, mejoras en el cementerio de Belén de Nicoya, pago de mano de obra para la construcción del comedor del Escuela Pochote Quebrada Honda Nicoya y para la construcción del gimnasio de la Escuela San Fernando de Nicoya, adquisición de vehículos para giras educativas y atención de pacientes, compra de material autodidáctico, equipamiento de cocina, entre otros.